martes, 23 de marzo de 2010

"500 dias con ella" Guendelman "Solamente te dijo que No!"




Bueno, dije que la vería para opinar con propiedad acerca de la película “500 días con ella” (500 days of Summer), que Rodrigo Guendelman comentó en su blog de La Tercera. El periodista especializado en música, desolla a las mujeres con el perfil de la protagonista, quien como muchas chicas de hoy ha elegido la vereda del resguardo en materia de amor, dado que en pleno siglo XXI y tras siglos de creernos la historia de la princesa en espera de su príncipe azul, caímos en cuenta que la vida es mucho más agreste en materia de entregas que el jardín de rosas que imaginábamos cuando nuestras muñecas se enamoraban, se casaban y eran felices.


Summer no es muy distinta de muchos de nosotros hoy, y digo nosotros refiriéndonos a ellos y ellas, por qué? Porque Summer es real, fuera de los estereotipos de las novelas de amor, lejos de los clichés, la cinta devela a dos seres Tom (Joseph Gordon) y Summer (Zooey Deschanel), que comienzan una relación “Sin nombre” a petición de una chica que sólo pretende divertirse, ¿qué de malo le vio Guendelman a la protagonista que jamás insinuó otra cosa que esa? ¿qué de malo hay en dejar la situación clara desde el inicio? Hay que ser muy ingenuo para enamorarse de alguien que le está advirtiendo a uno que no debe hacerlo!, pero Tom lo hace, allá él con su determinación y allá muchas y muchos que también así lo han decidido.

Algunos por no decir la gran mayoría, plantean que el amor es una cosa que nace y se desarrolla como si fuese un tumor fuera de nosotros, con signos vitales independientes y hasta cerebro, pero no es así. El amor es una decisión, uno decide enamorarse de alguien como cuando deja de amarlo. ¿Qué fue lo que generó que nos enamoráramos de alguien y un día comencemos a sentir que no es lo mismo?. “500 días con Summer” lo desarrolla bien, son cosas simples como joder le gusta la misma música, su olor me provoca, se ríe de las mismas cosas, la comisura de su boca se ve linda cuando habla, miramos por la misma ventana el mundo, me gustaba su “hablamiento” como diría el pequeño Zafrada. Pero también el amor es una lucha con nosotros mismos, ese ser que se nos para en frente genera interrogantes que queremos desarrollar y muchos llegan al borde y más allá intentando entender o manipular el sentimiento del otro, que muchas veces no está con uno. De la misma forma como comenzamos a amar dejamos de hacerlo, una mala intención sacada a flote, el estancamiento que le torna al otro aburrido, querer descubrir y el otro querer esperar...

“500 días con Summer” es dirigida por el debutante Marc Webb, quien hila la historia como un puzzle que acaba de armarse al correr de hora y media, dando saltos intermitentes, desde el inicio pasando al final, de la misma forma como funciona nuestra memoria, es decir no de forma lineal. Para luego revisar algunos pasajes del amor que Tom siente por Summer y que a toda costa pretende recobrar, incluyendo dos imágenes independientes en la pantalla, una con la dura realidad y otra con la fantasía creada en la cabeza del enamorado chico.

Tom es un joven arquitecto que no trabaja creando edificaciones que perduren en el tiempo, sino cartas tipo Village que acaban en la basura o con suerte en alguna cajita que olvidamos en el entretecho o en el closet, ¿qué más real que un profesional titulado trabajando en algo que no es lo que estudio?. Un tipo que adora el Brit Pop, por cierto muy buena banda sonora que se pasea por The Smith, Regina Spektor, Feist, en especial el karaoke que se manda Tom con Pixies y que además incluye un musical en medio de la cinta con los ochenteros Hall & Oates, la mañana siguiente a la primera noche de sexo de Tom con Summer. Ella es una joven que viaja desde su ciudad para descubrir cosas nuevas, aburrida de la monotonía y que parece sentir alergía con la palabra compromiso. Y he aquí el meollo del asunto, la historia entrelaza a dos seres distintos, uno acostumbrado y entregado a la rutina que detesta y una que decide cambiarla sin miedo. ¿Cómo acaba algo así con el tiempo?...


El amor no es melodramático, si real y crudo a veces, pero es opción personal transformar un “no” en una ida al psicólogo y una vida devastada. Eso que Calamaro dice tan bien... “Porque...??? porque...??? te pusiste asi, la proxima vez te digo que si, igual somos amigos, porque para enemigos, hay un monton de gente, corriente...!!! Yo no quise lastimarte, solamente te dije que no!.


Mi gran Guendelman solamente te dijo que no!
Trailer.



Link de comentario de Rodrigo Guendelman http://blog.latercera.com/blog/rguendelman/entry/mujeres_a_la_defensiva_sufrimiento


Claudia Trejos L.

4 comentarios:

  1. os sentimientos..
    un tema tocado en libros , películas y música.
    Todos experimentamos diversas formas de sentir.
    "La gran mayoría" no sirve para definir los sentimientos de todos y mucho menos, tampoco definir el sentimiento con una sola mirada.
    Concuerdo con que el sentimiento se produce porque uno escoge a quien amar, pero también asumo que ese conocimiento se hace de manera consciente o inconsciente.
    NO se si sera tan melodramático.. pero si que es el sentimiento que mueve al mundo.
    Edith Silva

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  2. Hola Claudia.
    Interesante descripción la tuya, la verdad, solo quería decir una cosa, el compromiso, sea de uno u dos debería de dejar claro lo que sea, muy bien explicas que si la relación está siendo discutida y comentada por la pareja no debería de ocurrir nada malo, por la simple razón de aceptar las condiciones de esa relación, pero la realidad hace que todo lo hablado quizá cambie, se altere y produzca quizá un enfrentamiento entre dos personas que tienen una relación, del tipo que sea.
    Lo que quiero decir es que no solamente le puede pasar a él y que muchas veces las relaciones personales humanas simplemente quieren apartar la soledad que sienten los individuos apoyandose en otra persona, al principio nos enamoran las palabras, las imágenes, las ideas preconcebidas o imaginación sobre lo que la persona en cuestión crea que se asemeja la otra persona a sus valores y concepto de pareja.
    Muchos fallamos por este concepto erróneo de querer percibir en otra persona cosas que imaginamos o que valoramos en nuestro pensamiento, pero que puede que la persona de quien pensamos ésas cosas, realmente sea como es esa persona y no como a nosotros nos gustaría o pensamos que sea.
    Conclusión, aceptar a una pareja sin aceptar que es un individuo y que tendrá su forma de ser y cosas que seguro no nos gusten, no quiere decir que tengamos que cambiar esas cosas, más que aceptar éstas por ser la manera de la otra persona y no la nuestra, porque se puede cambiar cuando ven cosas mal en uno o se las dicen a uno, pero por uno mismo y si no se acepta eso, se corre el riesgo de mantener una relación ficticia sobre la base de la soledad propia y no del amor y aceptación.
    No amo a mi madre, quiero a todas las madres, aunque esto implique que seguro habrá madres que no me gusten.
    Eric Fromm y su arte de amar tiene mucho más que decir y mejor, lo mío es una opinión personal subjetiva y relativa, teniendo en cuenta lo que significa relatividad.

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  3. Complemente de acuerdo con ambos, jajajajaja, precisamente hablaba de eso, de respeto, de aceptación. No se trata acá de cambiar las cosas, ni cambiar al personaje, si no de dejar de estar con alguien que ya no amas y eso no debiese generar tanta devastación. Hay que saber perder, hay que saber amar, porque en esa frase tan manoseada no entran las obligaciones de estar por estar, de pretender obligarse por rutina. Amar es simplemente querer al otro en su largo y ancho y dejarlo para que sea feliz, cuando esto no ocurre y aceptarlo si ese alejamiento viene de quien amamos.

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  4. De ahí la canción ¿no? Eva, sonrío...
    PD-er mismo de antes..
    Yo también estoy de acuerdo en vuestra exposición sonrío..

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